Buenas noches, mi queridos seguidores. Antes de
nada os quiero pedir disculpas por haberos tenido abandonados durante estos
casi dos meses. La vuelta del verano ha sido muy ajetreada y no he tenido el
tiempo que siempre necesito para contactar con vosotros y contaros mis cosas.
De verdad que, no sé cómo, pero me he quedado sin tiempo para disfrutar como
quiero de este espacio que, como a muchos de vosotros, me descansa y me
desconecta, por unos minutos, de la vida. A pesar de ello, como imaginaréis, no
me he apartado de la literatura infantil y de todos los proyectos que tengo en
marcha. ¿Sabéis una cosa? Pues que en este tiempo de conversaciones intensas
con mi nueva editorial, que habrá tiempo de hablar de ella y de mi nuevo libro
que presentaremos el 16 de noviembre, en Valencia, he descubierto que mis
proyectos es más correcto y preciso encuadrarlos en el estilo de Cuento Ilustrado que en el de Álbum Ilustrado. Ello es porque aquél
tiene más texto que éste. Cuestiones de semántica pues un niño no se cuestiona
si se está divirtiendo con un álbum ilustrado o con un cuento ilustrado, pues
los dos tienen texto e imágenes que lo complementan. Y yo sí me atrevo a decir,
aunque mucha gente esté en desacuerdo, que prefiero el formato de cuento ilustrado pues, además de
divertir, permite con más éxito que el niño se aficione a la lectura. Es mi
opinión y estaré encantado de intercambiar puntos de vista en los comentarios
que podáis hacer a esta entrada.
¿Os habéis fijado que, como el que no quiere la
cosa, os he soltado que presento mi segundo álbum el nueve de este mes? Pues
sí, así es. Era una sorpresa que he desvelado sin darme cuenta en el fragor de
la escritura y preso de mi ansiedad por contaros cosas. Pero no os cuento más
porque habrá tiempo, con la siguiente entrada, en unos días, en la que os
hablaré de ello. De momento solo deseaba compartirlo con vosotros y avanzaros
que ese día me gustaría veros y
saludaros a todos los que viváis en Valencia, o poblaciones cercanas.
En este tiempo de silencio en el blog hemos
estado, Rosa Ureña, mi compañera en el proyecto “Cosme y la trucha”, y yo, muy
atareados trabajando con la editorial que os comento, nuestra editorial, Sar
Alejandría, para sacar el proyecto a la luz. La presentación en Madrid, que
hará Rosa, ya os la comunicaré, igualmente, cuando se decida hacer. Tanto ella
como yo estaremos, cada uno en su ciudad, para dedicaros los ejemplares que
deseéis. Os aseguro que este trabajo no va a defraudar a nadie. ¡Ha quedado
precioso! Estoy muy ilusionado con mi segundo libro publicado y no veo el
momento de poder presentarlo. De momento os presento hoy el mock up. También aprovecho, como aperitivo, para adjuntaros el
enlace en el que podéis leer algo sobre él: https://jrdecea-cuentamelos.blogspot.com/2019/05/i-la-amistad.html
Bueno, pues vamos a lo que os traigo hoy: la
cuarta entrega de esta serie en la que agrupo mis proyectos según aspectos
comunes a todos. En este caso os traigo cuatro proyectos que hablan sobre los valores. Quizá deberíamos hablar de virtudes, como os pongo en el título de
la entrada entre paréntesis. Los valores cambian de sociedad a sociedad; de
país a país. Los valores no son iguales en todo el mundo. Por ejemplo hay
países en los que el ojo por ojo está bien visto y aceptado y el que no lo
ejerce es poco menos que un cobarde. Por eso, alguien muy sabio me dijo una vez
que los valores son los escombros de
las virtudes y yo también lo creo
así. Lo que pasa es que nuestra sociedad no está preparada para hablar de
virtudes y sí, muy concienciada, para hacerlo sobre valores. Por ello, no he
querido cambiar el título de esta entrada pues seguro que se entiende mejor,
por lo que os he dicho, que es lo que agrupa mis cuatro cuentos siguientes. Aún
así no me he resistido a ponerlo entre paréntesis.
Pues vamos a por el primero:
Cargo
Blue,
fue mi primer cuento y con él empecé a descubrir la magia de la literatura
infantil. Me metí en ella sin saber si podría y si, lo que podría ser más
serio, sabría. Cargo Blue transmite
todo aquello que yo pensaba debería encontrarse en las páginas de un libro para
los más pequeños: valores (virtudes) e ilusiones y fantasía. Cargo Blue fue mi primer cuento y
debería haber sido el primero en ser publicado. Tiene mucha fantasía; transmite
que lo importante de las personas no está en su aspecto exterior sino que, si
nos preocupamos, lo encontraremos en su interior. Cargo Blue va más allá de lo “fashion” de la vida y trasciende a
las modas. Este pequeño avión de carga nos muestra lo importante de la vida:
las personas auténticas sin reparar en edades. Tan auténtico es un niño de
siete años como un anciano de 100. Lo importante está en el interior.
Cargo
Blue
nos llega al corazón. Mi entorno siempre me lo ha dicho: “es tu mejor cuento”.
No sé si lo es o no, pero lo que sí sé es que muestra una guía de vida para los
más pequeños a los que, principalmente, va dirigido. Curiosamente os tengo que
decir que este cuento es, de los que tengo, el que más ha gustado a los
mayores.
Esta historia también transmite el valor de la
responsabilidad en nuestros quehaceres; la constancia para llegar a conseguir
lo que queremos y, sobre todo, transmite sensibilidad en el trato con los demás.
Cargo
Blue,
os puedo decir que ha estado a punto de ser editado por una editorial andaluza,
pero al final no se han decidido a sacarlo adelante. Esto os lo contaba en este
enlace: https://jrdecea-cuentamelos.blogspot.com/2018/04/cargo-blue-ya-despega.html
A María José Plata, mi compañera en este
proyecto
http://mjplatailustracion.blogspot.com.es/2016/12/pintando.html
todos los derechos reservados), y a mí no nos preocupa porque estamos seguros
de que pronto encontrará su editorial. Hoy, por méritos propios, creo que está
más que justificado el que esté encuadrado en este apartado de los valores.
Aquí os dejo su sinopsis:
Cargo
Blue
es la historia de un joven, feliz y responsable avión de carga.
Abrazado a él –porque en el discurrir de la
historia se desea abrazarlo…- nos guía por su vida y nos presenta a sus amigas,
las nubes. Sí, Cargo Blue no tiene más amigas que las algodonosas nubes blancas
que le arrullan y le dan el calor que no tiene en tierra firme.
Ésta es una tierna historia en la que se nos
sugiere que la belleza y riqueza de las personas no es siempre lo que se nos
muestra de ellas exteriormente, sino lo que guardan en su interior.
Cargo
Blue,
desde el momento que fue escrito, no ha dejado de ser una referencia y guía de
estilo de vida, no siempre fácil de seguir.
El segundo de los cuentos nos recuerda que ya estamos
camino de las Navidades y es muy apropiado el que hoy os quiera presentar,
aunque la mayoría lo conocéis, mi cuento de Navidad: Luces de Navidad. Un cuento que trata de dar vida, a través de una
bonita historia de Navidad, a todos esos sueños de ese tiempo de ilusiones.
Siempre os lo comento: la Navidad es mi época favorita del año y eso quise
representar a través de esta historia. Quise plasmar la ilusión con la que,
desde pequeño, y lo sigo haciendo ahora, vivo la Navidad. Es realmente una
entrañable historia que está buscando su ilustrador: alguien que viva la
Navidad como yo lo hago y sea capaz de dar vida a lo que escribí. Seguro que en
breve lo encuentra.
De momento os traigo la sinopsis:
De momento os traigo la sinopsis:
Si hay una época adecuada para que nuestros
deseos se cumplan esa es, sin duda alguna, la de Navidad.
Esta historia es un canto a la Navidad que
llevábamos dentro cuando éramos niños; a la Navidad que llevamos dentro ahora
que no lo somos tanto. A esa Navidad en la que Los Reyes Magos, Papá Noel y el
Árbol de Navidad, con su adornada majestuosa presencia, tienen un significado
verdadero.
En este cuento de Navidad, Lucas, busca
desesperadamente quien le pueda adornar su querido abeto que, aquellas
Navidades, debía de permanecer solo en el valle.
Luces
de Navidad, cuento de gran ternura, ilusión, sencillez y sobre todo
de Navidad, nos la acerca a aquellos a los que la Luz de la Navidad nunca se
atenúa en nuestro interior.
El tercero de los cuentos nos habla de mar y de
sal. Lo escribí en una época en la que, por motivos de trabajo, estuve
disfrutando de lo maravilloso que es el noroeste de España, de ese sabor a las
tradiciones, a lo rural, a lo auténtico. Disfruté de la cercanía a la
naturaleza poco contaminada de asfalto, prisas y prioridades que nos imponemos
y después no lo son tanto. Allí me inspiré para hablar de gaviotas. Concretamente
de la raza denominada gaviota
patiamarilla.
Tejas,
espuma y sal, es un cuento que nos habla de gaviotas en el
marco del respeto a los animales. Este cuento pretende transmitir lo importante
que es para nuestros pequeños el respeto por los espacios, los de las personas
y los de los animales. Sí, ese es el valor que principalmente transmite esta
historia entrañable. Cuando seamos capaces de sacarlo a la luz me confirmaréis
que eso es así. Cada vez que lo releo me invade una sensación de tranquilidad
parecida a la que se percibe cuando se está tumbado en la cubierta de un barco
dejándonos mecer por el vaivén de las olas…con este cuento la sensación es
doble porque aparte de tener muchas referencias al mar seremos capaces de
sentir la brisa cargada de sabor salino.
Esta historia está sin ilustrador, de momento,
pues no he encontrado el estilo que busco para ella. Como siempre, debo
encontrar al ilustrador cuyo estilo se ajuste a lo que requieren mis letras.
Siempre lo digo y lo repito ahora: no me interesa que mis cuentos tengan un
ilustrador; me interesa que tengan el que se ajuste perfectamente, como si
fuese una media naranja, al texto. No me importa esperar.
Aquí, amigos, os traigo su sinopsis:
Dejándonos mecer por las cálidas corrientes de
aire que acariciaban aquel bonito y discreto puerto pesquero, nos adentramos en
el mar disfrutando de la blanca, salada y divertida espuma…¿Nuestros guías?
Pues dos bellas gaviotas patiamarillas:
Galvia y Violeta que, a través de esta historia, nos cuentan algo de su forma
de vivir y de sus ilusiones…sí ellas también las tienen; y nos enseñan a
compartir con ellas espacios que en principio los tenemos reservados a
nosotros.
Esta entrañable historia nos habla de respeto y
cariño por los animales mientras sentimos el suave roce de la brisa
marina.
Por último, os quiero abrazar con una de mis
mejores historias. Me refiero a Viento
del sur. Muchos ya la conocéis. Siempre lo digo: no soy capaz de entender
cómo este cuento no está ya en las librerías. Está claro que no ha encontrado
su momento todavía. También lo está que no es un cuento como muchos otros. Más
que un cuento es una lección de vida. En esta historia en la que se mezclan las
tradiciones, las leyendas, la aventura y la preocupación de una familia nómada,
entrañable y sencilla, que se vio sorprendida por el viento que venía del sur, nos
dejamos envolver, como lectores, por el cálido desierto y por el cariño que
existía entre sus miembros.
Es, fundamentalmente, un relato en el que se
ensalzan los valores de la familia y lo importante que son las tradiciones
transmitidas de padres a hijos.
Decidme, queridos seguidores, ¿cuántos cuentos
habéis visto que traten alguno de estos temas?; ¿con cuántas historias
ilustradas os habéis topado en las que se hable de la familia, tan importante
en la vida de todos nosotros? Hoy en día, seamos sinceros, no es un tema
demasiado demandado. Pero esto cambiará, seguro, en el momento que la sociedad
vuelva a valorar lo que realmente es importante y nos dejemos de modernidades
absurdas. Lo importante en la vida no entiende de épocas ni de modas y Viento del sur nos lo recuerda. Siempre
os lo digo: yo me crie en un ambiente en el que tenía bastante contacto con las
gentes del desierto y supe de sus tradiciones envidiables y de muchas virtudes
que practican: la hospitalidad, la amistad, el honor, la generosidad, el
respeto por los mayores y, sobre todo, por los padres. Son gente orgullosa de
su historia. A mí me cautivaron y ese fue el germen para que, en estos años,
escriba sobre ellos, sobre lo que representaban para mí y me transmitieron. Eso
es Viento del sur: un canto a la
familia y a las tradiciones y lo quise adornar con una bonita leyenda que hará,
en su momento, que pueda llegar a ser un extraordinario cuento ilustrado. Y,
¿sabéis una cosa? Pues que lo hace tan especial el que haya sido capaz de
encontrar para él una ilustradora como Marta Sedano, mi compañera en el
proyecto (http://www.martasedano.com/,
todos los derechos reservados), que ha sido
capaz de representar de manera magistral lo que yo tenía en mi cabeza y quise
expresar mediante su escritura. No perdemos, tanto Marta como yo, la esperanza
de poderlo ver publicado.
Por el momento, os traigo, una vez más, su sinopsis:
Viento del sur nos
permite acercarnos al seno de una familia nómada y vivir y sentir, a través de
la historia contada, la acogedora calidez de sus gentes y la sencillez y
fragilidad de sus vidas en manos, siempre, de un desierto protector unas veces,
y otras cruel, inhóspito e implacable.
En este relato, se ensalzan los valores de la
familia y las tradiciones que, de abuelos a nietos, se traspasan como un tesoro
de valor incalculable pues representan los verdaderos cimientos de toda una
vida nómada entre arena, cabras y dromedarios; castigada, a veces, por el
viento que venía del sur.
Nada más por hoy, en esta noche de principios
del penúltimo mes del año.
Buenas noches y, como siempre os digo, no
dejéis de soñar y de ser felices.
Un cariñoso abrazo a todos.
José Ramón.
2 comentarios:
Gracias, José Ramón, por transmitir con tanto cariño y pasión esos valores y virtudes de los que hablas en tus cuentos, ya que con ellos ayudas a que nuestros pequeños aprendan y conozcan más de ellos, en este mundo que les rodea, dónde a veces, parecen estar olvidados.
Yo creo, que en la vida todo tiene su momento y las cosas pasan cuando tienen que pasar, sin forzar, por lo que con este comentario, te transmito positivismo y paciencia, en la aparición de los ilustradores perfectos para cada cuento, todo llega en su momento y encaja perfecto. Bien seguro.
Buenas noches y gracias por escribir tan bonito y compartirlo.
Saludos.
Rosa.
Gracias a ti, Rosa, por seguirme y pasar un rato en nuestro blog leyendo lo que os cuento. Me alegro que te guste y lo veas positivo para la educación de los pequeños. Ese es el principal objetivo de la literatura infantil: la educación. Si un libro infantil no aporta educación y valores, además de entretener...algo falla. Al menos esa es mi visión de lo que debe de ser, en mi caso, un cuento ilustrado, y es lo que intento que transmitan mi historias ilustradas, con el aporte fundamental de mis compañeros ilustradores.
Sé que las cosas llegan cuando es su momento, ni antes ni después. Por eso seguimos ilusionados todos los que compartimos los proyectos que os voy presentando. Gracias por tu comentario. Un abrazo. José Ramón.
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