sábado, 14 de diciembre de 2013

AMIGOS, BIENVENIDOS AL CIRCO...¡QUÉ EMPIECE EL ESPECTÁCULO!






Buenas noches, amigos de mi forma de contar historias. Por estas latitudes ha llegado el invierno hace unos pocos días. Ya sé que muchos de vosotros ya lleváis más de un mes entre fríos y nieves, disfrutando del calor de vuestros hogares; de esa leña que no termina de consumirse  y en la que dejáis vuestra mirada perdida. Sois muy afortunados de poder sentir ese calor desde vuestro sillón o, quizás, sentados en una alfombra ya desgastada por el pisar de aquellos a los que ya hemos empezado a echar de menos. A mí me ha gustado siempre apoyar mi espalda en el faldón del sofá y sentado en el suelo mirar como las llamas acarician los leños que tranquilos y confiados disfrutan en su regazo, ajenos a lo que se les viene encima. Me gusta estar así, dejando volar mi mente…ahora, pienso en esos momentos que antaño solía disfrutar mucho, intensamente, y pienso en que estamos llegando a una de las épocas más entrañables del año; época con un marcado carácter religioso, al menos para algunos de nosotros que, queramos o no, está asociado a nuestra cultura y nuestra forma de entender la vida. Yo, desde luego, así lo vivo y así os lo quiero contar y así lo he querido compartir con vosotros, que sois mis compañeros de viajes por este mundo de la literatura infantil. Estamos ya casi en período de Navidad. Los niños, aquellos para los que, principalmente, escribo mis historias, están deseando acabar las clases y tener ese tiempo de diversión, juegos, alegrías y, sobre todo, ilusiones…aquí, en nuestro blog, entendemos mucho de esto, ¿verdad? Perdonadme aquellos a los que la Navidad ya no les diga nada o tan sólo la vean como un tiempo de motivos puramente crematísticos. Este tiempo que se nos avecina es un tiempo de frío, sí, pero con la puerta abierta a situaciones acogedoras; nos invita a estar en familia, disfrutar más que nunca de amigos y compañeros; nos invita a pensar en lo que dejamos aparcado el año pasado por esta época y hacemos votos por ver si este año sí lo podemos sacar adelante…no hablo de nada especial, pero estoy seguro de que a alguien que lea mis pensamientos aquí, le recuerda algo que realmente dejó sin terminar en las Navidades pasadas: no hablo sólo de problemas personales, familiares, de amistades perdidas, de amores sin consolidar; sino también de ilusiones perdidas y de aquellas que sólo necesitan un poco de empuje por nuestra parte para que se hagan realidad. De ilusiones va esta noche, ¡cómo no!, nuestra entrada. De ilusiones nos habla siempre el circo, ese circo que dejamos aparcado las Navidades pasadas y que volvemos a poner en marcha éstas, porque ellos, los sacrificados hombres y mujeres de todos los circos que en esta época se ponen en marcha, son los mejores portadores de ilusiones. En este tiempo mágico de las fechas navideñas de nuevo volveremos a ver esas caras de asombro y esos ojos brillantes de expectación que suelen poner nuestros pequeños bajitos cuando, sentados en las cálidas gradas de esos espectáculos entrañables que son los Circos, vean aparecer al maestro de ceremonias que dirá enérgicamente ¡Qué empiece el espectáculo!; y tras él vean entrar en la pista preciosos y diligentes animales que harán las delicias de ellos y…también de nosotros porque, os aseguro que, el niño que fuimos sigue latente en nuestro interior…por eso nos gusta tanto este mundo de la literatura infantil y disfrutamos con nuestra compañía en este rincón de este mundo que es internet.
Pues ya sabéis, los asiduos a mis historias y las ilustraciones que las acompañan, que este cuento ha sido maravillosamente ilustrado por mi entrañable compañera Laura Vazval (reservados todos los derechos de autor. http://lauravazval.blogspot.com). Laura, gracias. ¡Hace tiempo que no compartimos nuestros últimos proyectos! Pásate por nuestro rincón y cuéntanos cómo te va y algo de tus nuevas ilusiones y trabajos (la Navidad se acerca…) que seguro que nos va a encantar. Gracias, querida Laura. Un fuerte abrazo desde aquí para Asturias que tanto cariño la tengo por la buena gente que he conocido.
 Otras entradas sobre este cuento las podéis encontrar en los días: 9 de junio, 22 de octubre , 16 de diciembre y 26 de enero de 2012 y 21 de abril de este 2013 que ya está tocando a su fin.
Bueno, amigos, se me encoge el corazón cuando tengo que despedirme de vosotros, como si estuviese en una estación de tren, de esas que están perdidas en esos pueblos fríos y que hoy se me antoja que además está cubierta de niebla helada…hoy me cuesta más que nunca despedirme de todos vosotros…y no sé el porqué. Un cariñoso saludo y qué paséis una buena noche en brazos de Morfeo que seguro os portará a las gradas del fabuloso Circo Markus. Disfrutad del sueño sentados bajo su gran carpa bicolor.

Ciao, qué descanséis.


En “¡Qué empiece el espectáculo!” se cuenta cómo un modesto circo, el Circo Markus, se sobrepuso a una grave situación que se le presentó durante su temporada de actuaciones en aquella Villa. El Circo protagonista de esta historia era conocido por sus bien cuidados y amaestrados animales. Ellos son los protagonistas de este relato…bueno, ellos y sus cuidadores.
¡Qué empiece el espectáculo! es un buen ejemplo de cómo el Espíritu de Equipo y el Compañerismo, valores que poseían los integrantes del Circo Markus, son básicos para salir de cualquier situación por complicada que parezca.

"No cabía un alfiler bajo la gran carpa de franjas rojas y blancas -como si del forro de un viejo colchón se tratase- del circo que aquellas fiestas, las Patronales de la Villa, acampó en sus afueras.

Disfrutaban por aquellos lugares de una bonita tarde de sábado cuando se disponía a dar comienzo la primera representación del grandioso espectáculo que, el Circo Markus, iba ofreciendo por todo el país. La expectación era máxima y se notaba reflejada en las miradas de los niños que abarrotaban las gradas y esperaban impacientes el inicio de la sesión. Todo eran risas, preguntas sin respuestas, gritos…La espera, entre el comer de palomitas, el dame un puñado más de pipas, y el estate tranquilo que ya empieza pronto, se hacía interminable. Los padres no sabían cómo retener a sus hijos presos de una excitación difícil de disimular.


¡Se apagan las luces!


Un rumor recorre los distintos niveles del graderío........."


Este cuento está registrado con la solicitud de registro de la propiedad intelectual  num V-898-13.