domingo, 24 de agosto de 2014

COSME Y LA TRUCHA



Hola, queridos veraneantes, seguidores de mis ilusiones. Sé que el verano no es una época en la que estemos demasiado pendientes de esta ventana sin cortinas que es nuestro ordenador. Así debe de ser si queremos realmente descansar, cambiar el “chip” y olvidarnos de nuestro mundo y nuestras ilusiones por un tiempo que, por cierto, siempre nos parece demasiado corto. Pero, aun sabiendo esto, y aun recomendándoos este proceder, no quiero dejar de agradecer a todos los que al otro lado de la “sin cortinas” os habéis pasado por aquí durante este tiempo de asueto; a los que os habéis tomado un descanso con vuestro café o té de verano en vuestras manos, queriendo regalaros unos instantes de tranquilidad y sosiego lejos del bullir de las piscinas y el, a veces, agobio de una playa demasiado masificada, y habéis querido acercaros a este cobijo, como así lo identificamos más de uno de los que nos encontramos por aquí. Incluso en verano buscamos a veces ese momento de tranquilidad que nos permite dar rienda suelta a nuestros pensamientos, quizá para ordenarlos, quizá para darnos cuenta de que algo que pudo ser al final no fue posible aunque lo sentimos cerca; quizá para organizar nuestro futuro y diseñar unos esquemas que sabemos no durarán demasiado tiempo vivos, pero que, por lo menos, nos proporcionan, de momento, esa tranquilidad de espíritu que buscamos. A todos vosotros, un saludo muy cariñoso por permitirme, en esta época de poca actividad en la red, poderos decir “hola, sigo con vosotros y sigo deseando veros por aquí”.
De planes nos habla la entrañable historia que os traigo, una vez más, para que admiréis otro de los momentos en el proceso de dar vida a los personajes que la conforman. Presiento que pronto será escogida por una editorial para darla a conocer…¡crucemos los dedos!..., porque creo que es una de mis más tiernas historias, sobre todo gracias a las ilustraciones creadas por mi querida Tania (Tania Rico Fernández: reservados los derechos de autor. http://www.tristania.es/  http://artenuntris.blogspot.com.es/), ilustradora con una sensibilidad especial que le ha permitido meterse como nadie en los huesos y espinas de los personajes principales de este relato. Relato que ya estuvo en las entradas de: 17 de julio de 2012, 30 de junio de 2013 y 1 de noviembre de 2013; y que os recomiendo volváis a leer.
Bueno, pues os dejo con Cosme preparándose para…
Un cariñoso abrazo, amigos de este blog.
José Ramón.



Cosme decidió que, como estaba muy solo y nadie quería jugar con él, se iría al lago e intentaría pescar algo. Jamás lo había hecho y no tenía la menor idea de cómo proceder; pero imitaría a los pescadores que más de una vez observó cómo se afanaban en sacar uno y otro pez de aquellas, entonces más que nunca, pacíficas aguas.


Se le ocurrió que como caña serviría una rama que encontró en los alrededores de su casa; de sedal, una cuerda que cogió a su padre del desván; valdría como anzuelo un alfiler doblado del costurero de su madre. En realidad llevaba dos, para tener uno de repuesto. Como cebo, cogió miga de pan del día anterior que, convenientemente humedecida con agua del lago, haría su función. No olvidó, por supuesto, una buena bolsa para llenarla con la pesca.