domingo, 29 de septiembre de 2013

CIRIACO Y EL CARACOL




Penúltimo día de septiembre; todavía hace calor en muchas partes del mundo…en Europa, en su mayor parte, ya hemos dado la bienvenida al otoño. Me gusta mucho esta época, es mi preferida; me gusta la tristeza de los árboles que primero ponen sus hojas de colores amarillos y encarnados y después las van dejando caer con extraordinaria suavidad…yo siempre he dicho que son como los ojos que se enrojecen para después llorar y dejar discurrir, por unas mejillas que dan mucha pena, esas lágrimas que nos sirven de desahogo. El ver esas hojas caer acariciando esa mejilla que representa la brisa de otoño, nos llena de ternura y nos hace reconciliarnos con la vida y apreciar lo bueno que tiene; que es mucho. Este tiempo de otoño naciente nos invita a historias románticas y recuerdos de gente que te ha contado alguna vez como estaba el valle de bonito con esos colores ocres, amarillos y todavía algún que otro, por ese querer algunas hojas tardías aprovechar la savia de vida que ya no es para ellas, verde; recuerdos de ausencia de la persona querida frente a esa naturaleza…Definitivamente, el otoño, me da vida; es mi estación preferida.
La historia de hoy, que ya os presenté en entradas de 17 de febrero y 23 de marzo, nos habla de ese verano que acabamos de dejar; nos habla de un solar con mucho calor en el que, en breve, la tranquilidad que respiraban nuestros protagonistas se va a transformar en angustia…
Esta bonita y divertida historia de una de las aventuras que afrontan diariamente nuestros amigos protagonistas, Ciriaco y Lucio, ha sido ilustrada por mi compañero, el ilustrador, Daslav Mirko Vladilo Goicovic (reservados los derechos de autor) (http://damivago.cl/), que, desde Chile, donde está afincado, ha confiado en mí y me ha premiado con su arte. Cracias, Daslav, una vez más, por haber dado vida y puesto cara y cuerpo a nuestros Lucio y Ciriaco. Quizá pronto encontremos el lugar adecuado para sacarlo a la luz. Hoy os traigo cómo empezó la ilustración que ya conocéis…
Pues por mi parte, sólo me queda desearos que terminéis de pasar un buen domingo en compañía de lo que comparto en nuestro blog, con especial sentimiento de otoño, cálido, por lo menos por estas tierras lejanas, en esta tarde en la que el Sol ya está despidiéndose de mí.
Un abrazo lleno de calor ocre desde mi ventana cara al mar que también va mostrando su bravura otoñal…pero eso es otra historia.
Otro abrazo, amigos y amigas.

José Ramón.


"Discurría la tarde, como otras muchas de aquél caluroso verano, sin más sobresaltos que el ruido de los hierbajos al moverse tocados por la brisa casi imposible de disfrutar en esos días. El calor al nivel de la hierba, lugar en el que vivía uno de los protagonistas de esta historia, era intenso, pero soportable. A pesar de la sequedad reinante, la tierra por la que se desplazaba siempre se mantenía cierto grado de humedad. También los arbustos, que a su paso encontraba Lucio, hacían más llevaderos los rigores de la estación. A él, la verdad, le traía sin cuidado si hacía más o menos calor. La casa que llevaba a cuestas le servía para protegerse de él, siempre que lo desease.
Sí lo has adivinado. Lucio era un caracol con una casa adornada por unas rayas que lo hacían muy atractivo y, a la vez, le permitían pasar desapercibido entre los rastrojos del solar en el que vivía, cuando algún peligro acechaba.
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–Buenas tardes, Lucio. ¿Cómo estás?  –dijo Ciriaco, mientras hacía un alto en su ajetreado trabajo llevando una pelota de desperdicios, que no siempre olían todo lo bien que sus amigos deseaban; de un lado para otro. 
–Bien, muy bien –contestó Lucio, mientras miraba con cara de desagrado semejante bola, que estaba siendo empujada con maestría por su amigo, el escarabajo pelotero.
Ciriaco, que en poco tiempo era capaz de recorrer el solar, solía informar a Lucio de lo que acontecía aquí y allá
Estuvieron charlando durante un rato.  
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sábado, 14 de septiembre de 2013

VIENTO DEL SUR



Hola, amigos. Siempre que llega el momento de “Viento del Sur” me dejo envolver por una atmósfera especial en torno a mi pantalla, en torno a mi ventana a vuestro mundo, y me dispongo a disfrutar el momento con toda su intensidad. Quiero invitaros a que, conmigo, lo podáis también disfrutar. El verano ya se nos ha marchado, aunque el calor, por según que partes del mundo, todavía lo estamos sufriendo unos y disfrutando otros; pero todos, con diferentes sentimientos, lo estamos despidiendo y, con los brazos abiertos, por lo menos en mi caso, dando la bienvenida al otoño. Época de nostalgias, romanticismo y calores…pero de los que proporcionan nuestros amigos, compañeros o nuestra familia. Precisamente, “Viento del Sur”, nos habla no sólo de tiempo de calor, de Sol implacable, sino también de noches acogedoras, de mantos de luces, de sonidos lejanos de animales que vagan en busca de comida, del calor de la familia; también de preocupaciones, pues la vida de los nómadas, protagonistas de esta historia, está repleta de ellas: nunca se sabe qué traerá el día que se avecina…el desierto es así de implacable, de acogedor y también de frío…el desierto es muchas veces como la vida, con sus calideces y sus frialdades. El desierto nos enseña a vivir, a disfrutar de lo importante, a descartar lo superfluo, a quitarnos el peso de lo inútil, de lo ridículo. Esto lo sabía Ahmed y así parecía trasmitírselo a su pequeña Haira. (La historia la habéis podido ir conociendo en las entradas de 3 de marzo, 23 de agosto, 1 de diciembre y 8 de diciembre de 2012 y la última el 5 de abril de este año). Marta Rivera Ferner (reservados los derechos de autor) (http://www.ediciona.com/marta_rivera_ferner-dirf-3027.htm http://paistodojunto.ultra-book.com/), es la artistaza que da vida a mi historia; da vida a nuestra historia, suya y mía, porque así lo considero cuando hago equipo con los magníficos profesionales con los que trabajo: comparten sus ilustraciones y les entrego mis ilusiones, es todo relativo al espíritu de equipo en el que tanto creo. Gracias una vez más, Marta, por haber querido compartir conmigo este proyecto que tanto deseamos que pueda ver la luz…personalmente creo que las ilustraciones son de una calidad difícil de igualar.
Pues nada más por hoy. Que la mirada ilusionada de Ahmed os contagie y os permita, al menos en los momentos en los que disfrutamos del calor de nuestra compañía, volar a su mundo en el que disfrutar de lo necesario, que realmente es menos de lo que creemos y vale más de lo que le concedemos, es la base de la felicidad…quizá debamos intentar seguir su ejemplo…lo dejo aquí…mi tiempo se ha acabado por hoy J
Buenas noches a todos y recibid un cariñoso saludo desde tierras lejanas.

José Ramón.


“También, en esas noches, Zaila y Ahmed aprovechaban para transmitir a sus hijos las normas de respeto a los mayores, muy unidas a los principios y costumbres por los que se rigen las gentes del desierto. Y, por supuesto, las normas básicas para sobrevivir en tan inhóspito, peligroso y, a la vez, cautivador entorno; con sus arenas formando las altivas dunas;   su viento que castiga la piel de los seres vivos que lo recorren, como si de perdigones se tratase; y, sobre todo, su bóveda estrellada que tantas miradas de esperanza, sueños y proyectos, captura.”


domingo, 1 de septiembre de 2013

¡¡ESTAMOS YA EN LAS 5.000 VISITAS!!



Hola amigos. Ya os echaba de menos y no encontraba el momento de poder acercarme a nuestro espacio y encontrarme de nuevo con vosotros. Llevo una época un poco agobiado de trabajo y no me permite pasar todo el tiempo que quisiera y solía, con vosotros. Pero de hoy no podía pasar. ¡¡Estamos ya en las 5.000 visitas!! Enhorabuena a todos vosotros por haber hecho que nuestro salón en el que compartimos ilusiones haya llegado a estar tan visitado. No cabe duda de que hemos creado un espacio en el que nos encontramos muy a gusto, como en casa, como en el típico café de otros tiempos en el que el olor rancio de sus paredes se mezclaba con el aroma de un buen café o con el de un acogedor té. Yo ahora estoy con mi té caliente a mi lado y disfruto de este rincón en el que unos privilegiados, nosotros, nos sentimos solitariamente acompañados.
Pues sí: estamos de celebración y mi querido Juan M. Moreno (todos los derechos reservados), (http://suripatagonia.blogspot.com.es/), que ya conocéis y sabéis de su arte, pues ha sido el artífice de las bonitas ilustraciones que han dado vida a “El Globo de la Vida”; ha querido compartir esta celebración de la manera que mejor lo sabe hacer. Este bonito dragón (no estoy seguro de que sea un dragón…quizá Juan nos lo aclare) nos lleva volando, a través de estos 5.000 momentos de paz vividos entre todos nosotros, camino de los seis mil, que ya están ahí al lado. Gracias, Juan, de corazón, por haber querido compartir con nosotros esta celebración. Recibe un fuerte abrazo de agradecimiento por tu elegante, simpático y agil “animalito” que nos cuenta que el viento vuela y que pronto estaremos celebrando un nuevo hito.
Y a todos vosotros, que sé que ya se os están acabando las vacaciones (yo no he tenido así es que no os quejéis…) pues os veo de nuevo por aquí, os deseo que paséis un buen domingo y que disfrutéis de esta nueva celebración.

Un cariñoso saludo a todos.
José Ramón.