miércoles, 29 de octubre de 2014

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Hola, buenas noches queridos seguidores de “Cuentos & Dreams”. Sí, creo que os habréis dado cuenta del cambio del nombre de este espacio. ¡Renovarse o morir! No sé qué pensaréis del nombre, si os gusta o preferíais que no lo hubiese cambiado. Creo que representa un guiño a nuestros amigos de fuera de España de habla inglesa y a la vez he querido no personalizarlo tanto como estaba pues no es sólo mío, y no sólo yo soy el artífice de todo lo que nos encontramos en él. No sé, ya me diréis en vuestros comentarios. Por cierto, creo que lo del cuento que os he prometido a los que comentéis lo que os parezca en cualquiera de las entradas del blog no ha sido aliciente suficiente para estimularos a expresar y compartir vuestros pensamientos y pareceres con todos nosotros…bueno, como queráis: éste es un espacio en el que cada cual entra y hace lo que le apetece porque, principalmente, es un rincón para estar a gusto sin obligaciones. Si vosotros estáis a gusto así, yo también.
¿Y qué os traigo hoy? Pues como ya hacía muchos meses que no compartía con todos vosotros una nueva historia, hoy he querido traeros “La segunda oportunidad”.
La vida no siempre nos trata como quisiéramos; siempre creemos que deberíamos ser tratados de forma diferente a como lo somos y la verdad es que siempre nos vemos mejores de lo que nos ven los demás, y nos creemos mejor y más capacitados de lo que en realidad somos y…a veces tenemos razón, pero otras no tanto. Para ser capaz de valorarnos con imparcialidad, a nosotros mismos, necesitamos ser muy honestos y muy sinceros y ser capaces de no hacer “el avestruz” cuando entrevemos el resultado de nuestro análisis y nos convencemos de una realidad distinta. Esa realidad no es la nuestra, sino la que nos gustaría abrazar.
Esta historia va de esto: de unas personas honestas que aceptan su realidad y día a día tratan de sacar adelante a su familia sin pretender ser algo más que lo que son: unos hombres buenos…y también va de esa segunda oportunidad que la vida, a veces, nos da….Lo difícil es darnos cuenta de ella y saber aprovecharla…De la mano de Alipio quizá entendamos algo más sobre lo caprichosa que es la vida, de vez en cuando
Ésta, que a continuación os presento, es la sinopsis de este cuento sin edad objetivo definida. Espero que os guste lo que os traigo.
Buenas noches y qué descanséis y si soñáis algo agradable con la ayuda de lo que habéis disfrutado en nuestra página, mejor que mejor. ¡Felices “dreams”!
José Ramón.

¡Venga, inténtalo de nuevo esta vez…!, no es frecuente que nos diga esto la vida.
Las segundas oportunidades no siempre pasan de nuevo ante nuestra mirada…Esto quizá lo supiese Alipio, el protagonista de esta historia; o quizá no…; pero de lo que no cabía duda es de que trabajaba y trabajaba para que la vida reparase de nuevo en él. “La Segunda Oportunidad” es un entrañable relato en el que se resalta la importancia de valores como la amistad, la generosidad y la fe en que el esfuerzo diario, llevado con determinación, da siempre sus frutos.
“La Segunda Oportunidad” es la constatación de que la vida nunca regala nada que no se haya buscado con denuedo.

Buenas noches, Alipio saludó aquel hombre que siempre esperaba sentado en la puerta por la que accedían los trabajadores encargados de limpiar y revisar los trenes del metro, para dejarlos listos y que pudiesen iniciar su monótono y diligente rodar a las cinco y media de cada mañana.
Hola, Andrés. ¿Cómo has pasado el día? contestó Alipio, con el cariño que le inspiraba el buen hombre que, por no haberle tratado demasiado bien la vida, se veía obligado a pedir todas las noches en aquel lugar. Se las pasaba enteras en vela, sentado en aquella puerta, en paciente espera (tenía una gran responsabilidad: sacar adelante a su familia numerosa) de alguna moneda que, gracias a Dios, siempre le caía.
Alipio era una de esas personas que todas las noches dejaba algunas monedillas en sus castigadas, por la vida, manos. Aunque le hacían tanta falta como al bueno de Andrés, Alipio solía pensar que “por lo menos yo tengo este trabajo…” y así compartía con él lo poco que tenía y podía.
Alipio, era un hombre de mediana edad, con mujer y tres hijos que alimentar. Ella, su mujer, pedía en el mercado vagando entre los puestos de verduras cuando no conseguía ser empleada en una casa para limpiar. Era una mala época y el trabajo escaseaba. Por su parte, su marido, conseguía llevar a casa su pequeño jornal, ganado con su trabajo nocturno. Por las mañanas se pasaba viajando por los vagones de metro de la “Línea 7” cuya última parada estaba próxima a los hangares a los que, al final de la jornada, llegaban todos los trenes para su limpieza y reparaciones para el día siguiente. Viajaba mientras tocaba su vieja flauta. La tocaba con tal sentimiento que los vigilantes de esa Línea –conocedores de su dura vida y de que, en cierta manera, era parte de la Empresa gracias a su trabajo nocturno– hacían la vista gorda a la hora de permitírselo. Por su parte, los viajeros disfrutaban tanto de su música que, gustosamente, le premiaban con un dinero que le servía para incrementar su salario nocturno y, de esa manera, conseguir llegar a final de mes, más mal que bien.
………………………………..
¿A quién se le habrán caído?, pensó. No había ninguna cartera, ni tarjeta, ni cosa alguna que identificase al dueño de aquel …………………………….
Se agachó a la altura del asiento de aquel cuarto vagón. ¡Cielos!, no está ………………….
………..pero… ¿qué es esta bolsita?, se decía, realmente sorprendido por el hallazgo. La abrió con sumo cuidado. Su corazón palpitaba tan intensamente que pensó que se le iba a salir por su boca abierta. Vació el contenido de la bolsita en su grasienta mano izquierda y………………
Al día siguiente, pasando de vagón en vagón, entró en el que hacía el número cuatro -aquél que limpiaba por las noches- sacando la flauta de su raída chaqueta.
De lejos, fijó la mirada en el asiento en cuestión. No había nada en el suelo, lo que era señal de que………………………………
Pasaron las horas. La gente entraba y salía apresuradamente, presa de su ajetreada y, de alguna manera, estresante vida. Lo hacía sin reparar en Alipio que esperaba pacientemente mientras dejaba escapar dulces sonidos a través de los orificios de su inseparable compañera. Analizaba los gestos y movimientos de los nuevos viajeros en busca de algún indicio que le diese una pista ...........................................................
De pronto, entró y se dirigió hacia el asiento vigilado, un hombre robusto, con apariencia de tener una situación acomodada. Tenía unos grandes bigotes blancos y unas gafas que le daban un aire de indudable altivez. Lucía un caro reloj y, entre su chaqueta abierta, tocada con un elegante pañuelo, se dejaba ver un cinturón a juego. Se sentó, y sus pantalones descubrieron, con todo su brillo, unos zapatos de marca.
Ese es mi hombre. ¡Atención! Se preparó Alipio. Se dispuso a tocar su  flauta para acercarse a su “objetivo” cuando éste, el adinerado caballero -a juzgar por su presencia-, se levantó de repente y...........................................................................................


sábado, 11 de octubre de 2014

¡Bolonia de nuevo!





Buenas noches, queridos amigos. Antes de lo que lo suelo hacer me tenéis de nuevo con vosotros aquí: no quiero que pase más tiempo sin informaros de la actividad en la que estoy metido con Laura Vazval (reservados todos los derechos de autor. http://lauravazval.blogspot.com), mi querida Laura, autora de las ilustraciones de mi cuento ¡Qué empiece el espectáculo!, ya conocida por casi todos vosotros al ser la que ha dado vida a esta divertida historia no exenta de intriga y tensión y…con final inesperado, por cierto. Se trata de nuevo de algo relacionado con la más importante Feria de la ilustración infantil: la Feria Internacional de Bolonia. 


Resulta que convoca un concurso internacional de ilustración y hay que enviar cinco ilustraciones y mencionar el cuento al que pertenecen. Los seleccionados serán incluidos en un catalogo que tiene una distribución mundial: es un extraordinario camino para  que ¡Qué empiece el …! pueda ver la luz.
Esta ilustración que os traigo aquí ya la visteis en su momento (21 de abril de 2013), pero en aquella ocasión de manera parcial. Hoy os la traigo entera para que podáis disfrutarla. A ver si puedo contaros que sí ha sido seleccionada e incluida, con las otras cuatro, en el catálogo que os he mencionado.



Hoy también quiero aprovechar esta nueva oportunidad para recordaros que podéis recibir información instantánea sobre cuándo publico una nueva entrada o cuándo alguien de vosotros hace un nuevo comentario: en la imagen tenéis el lugar de la página principal de nuestro espacio en el que encontraréis el sitio donde introducir vuestros datos electrónicos para recibir el mensaje oportuno. Así mismo, debajo de esos enlaces, tendréis la oportunidad de compartir en vuestro facebook y otras redes sociales el link del blog. Gracias a todos por adelantado.
Bueno, pues por hoy ya me despido con un afectuoso saludo y con el deseo de que paséis una feliz noche de otoño.
José Ramón.

“Pero si por algo era mundialmente conocido el circo Markus, era por los animales que ponía en escena. Sí, el mago, los equilibristas, los artistas sobre bicicletas de una rueda, los payasos,…todos eran espectaculares; pero los animales que poseían no sólo eran conocidos por lo bien amaestrados que estaban –que lo estaban y mucho–, sino por los cuidados exquisitos que recibían de sus cuidadores. Los leones, los dos elefantes, el dromedario, las cuatro cebras…, los monos –éstos sí que eran graciosos–, cinco monos con una inteligencia prodigiosa. ¿Qué me dicen del oso Guski?, tan grande, bonachón y a la vez tan fiero; con esas garras y ese gruñido que amedrentó a toda la concurrencia. Sí, los animales lo eran todo en el circo y sin ellos no gozaría del prestigio que tenía más allá de por donde el Sol se pone.
En aquellos días de fiesta llegaban al pueblo vendedores y artistas callejeros; ésos que tienen uno o dos números y que repiten sin cesar captando la atención de la gente y recibiendo unas monedas que les permiten seguir viviendo del espectáculo que ofrecen. Entre los forasteros, arribó una compañía que presentaba unos números de saltos y acrobacias en suelo, formando torres humanas, no sin cierto peligro. Acamparon próximos a los terrenos en los que se hallaba extendida la gran carpa del circo Markus, con sus carromatos de vivos colores a su costado.
Se sucedieron los días de fiesta y el circo acaparaba toda la atención del pueblo y sus gentes, con gran disgusto y enfado por parte del grupo de acróbatas.............................

Tras varias horas de tensa espera por el informe del veterinario, éste dictaminó: los animales están envenenados...............................”


jueves, 2 de octubre de 2014

Y así, tranquilamente..., ¡9.000 visitas!



Hola, queridos amigos, ¿cómo os van las cosas? ¿Qué tal la vuelta tras el tiempo de verano? ¿Dura, verdad? No me extraña porque siempre el tiempo que reservamos para el descanso nos es insuficiente; al menos lo es para mí: quiero hacer muchas cosas en esos días; me hago una lista de todo lo que quiero terminar y empezar; de todo a lo que quiero dedicarme cuando no tengo algo que me urja, de todo para lo que necesito tiempo y tranquilidad…mucho tiene que ver con vosotros y con este espacio. Sí, para mí también representa una ensenada de quietud que me permite por unos minutos, más cortos de lo que yo quisiera, estar con vosotros, estar conmigo. En fin, que el verano se acabó y no pudimos hacer todo lo que planeamos porque también nos surgieron otros asuntos a los que, especialmente en vacaciones, nos gusta dedicar tiempo: a los amigos, a la familia…y claro, no está bien visto, al menos por los demás, el decir “esperad un momento que voy a meterme en mi blog…”; no, no queda bien…no queda nada bien… y por ello no lo hacemos.
Pero ya pasó ese período y ¡¡las reglas son otras!! Ahora si queda bien el entrar aquí y pasar un rato agradable contándoos mis historias y mis ilusiones. Y entre ellas está que hoy celebramos las 9.000 visitas…ya creo que estamos hablando de números importantes; sobre todo si tenemos en cuenta que al mes es raro ver más de tres entradas en nuestro blog…aquellos blogs con más entradas que nosotros, aparte de llevar activos más años (nosotros unos dos años y medio efectivos), tienen una frecuencia en la publicación de varias entradas a la semana…y no me negaréis que de menor calado que las nuestras, eh?! J Es broma. Permitidme bromear con vosotros en este sentido. Lo hago porque realmente estoy muy contento por haber sido capaz de, entre todos, llegar a este punto. ¡Enhorabuena por nuestras 9.000 visitas!
Y para celebrarlo hoy os quiero presentar a una artista sensacional, con una sensibilidad que le brota por los cuatro costados y que espero que en un futuro podamos compartir proyecto para que disfrutéis tanto con su arte como deseo hacerlo yo. Me refiero a Judit Labória (reservados los derechos de autor), una encantadora catalana que regala su carisma a través de sus muñecas sin boca. No la necesitan pues con sólo mirarlas y admirarlas es posible reconocer y empaparse de lo que Judit lleva dentro. Aquí podéis disfrutar y engancharos  a las muñecas de la armonía y el cálido recogimiento…creo que somos unos afortunados por haber recibido esta visita tan especial:
http://juditlaboria.blogspot.com.es/ ; https://www.facebook.com/pages/Judit-Lab%C3%B2ria-Vizcarro/269515606404836
Judit, gracias de corazón por tu desinteresada colaboración. Creo que esto puede ser un anticipo de un futuro tras el Regreso al Principio…Éste espacio espero que sea el tuyo también y agradeciéndote de corazón “tu muñeca” de parte de todos los que hacemos posible este blog, te doy la bienvenida. Un abrazo agradecido.
Bueno, pues ¿qué más? Pues una sorpresa…¿Os acordáis que os proponía que pensásemos en algo especial para la celebración de las 10.000 visitas? Pues creo que ya tengo algo especial. Os propongo lo siguiente: desde hoy mismo y hasta el día en el que cumplamos las 10.000 visitas (¡¡suena muy bien!!) tenéis tiempo para hacer los comentarios que deseéis en esta entrada de celebración de las 9.000 visitas, o en cualquiera de las otras que podéis encontrar aquí y que han ido configurando, día a día, lo que hoy es y representa nuestro blog. Y…¿eso para qué? —os preguntaréis. Pues porque quiero celebrar las 10.000 visitas como mejor lo sé hacer: regalándoos un cuento con mi dedicatoria y firma original. ¿Quién lo recibirá? Pues aquél/aquella de vosotros que más comentarios haga a las entradas del blog, incluida ésta, desde hoy mismo hasta el día que publique la de celebración del hito de las 10.000 visitas. El cuento lo mandaré a aquella dirección del mundo que toque, sin restricciones —necesitaré en su momento la dirección postal para enviarlo, o dirección de correo electrónico para hacerlo escaneado, si “el ganador” no desea enviarme, a mi dirección de correo particular que todos conocéis, sus datos personales—. Los comentarios son válidos en cualquier idioma. ¡Ahí está el ofrecimiento! Creo que de esa manera contribuimos todos a esta significativa celebración.
A partir de la de 10.000 ya las celebraciones las espaciaré de cinco mil en cinco mil, o algo así. ¡Ya estaremos dentro de los blogs con amplio seguimiento!
Bueno, pues muchas cosas hoy, ¿eh? Me ha encantado pasar con vosotros este largo rato. Ahora os toca a vosotros contarme cosas: hay en juego uno de mis cuentos.
Un abrazo a todos vosotros y qué paséis una feliz noche o día, según desde donde me leáis.
José Ramón.