jueves, 28 de abril de 2016

LOS VALORES




Hola amigos, buenas tardes, ya casi de mayo. Vamos camino del verano inexorablemente. En mi caso llegamos a mayo, mes que va a ser importante en mi trayectoria como escritor: será cuando vea la luz mi primer trabajo, mi primer cuento; nuestro primer álbum ilustrado: el de mi compañera Tania y el mío, que ya os adelantaba hace dos entradas y del que en unos pocos días os podré mostrar la portada y contaros cosas de su salida al mercado y firma por mi parte. Esto último, mi firma de ejemplares, será el próximo 4 de junio durante, nada más y nada menos — ¡menudo escenario para debutar! —, la Feria del Libro de Madrid. Tania, por motivos de trabajo inexcusables (¡ya lo siente!), no podrá estar conmigo y disfrutar del momento. Allí espero poder coincidir con muchos de vosotros, aunque sólo sea para saludaros y charlar sobre este espacio en el que compartimos nuestro tiempo —hoy en día es un privilegio que alguien quiera compartir su tiempo contigo, pues estamos todos muy ocupados —; sobre este sitio de encuentro común a todos nosotros que, aunque no nos conozcamos personalmente, sí disfrutamos de gustos similares: el estar juntos y compartir nuestro tiempo de descanso y de encontrarnos con nosotros mismos en la soledad de nuestros pensamientos y nuestro bienestar buscado, al menos por unos minutos. Sí, me gustará conoceros y que me contéis vuestros gustos y preferencias para hacer nuestro blog mejor. ¡Os espero a todos! Los detalles de caseta en la Feria y horario ya os los daré. De momento: el día cuatro a partir de las seis de la tarde en el parque del Retiro, en Madrid. ¡Invitados quedáis!
He empezado contándoos esto porque tiene mucho que ver con lo que os traigo hoy aquí. Tania y yo hemos trabajado, codo con codo, para sacar adelante este proyecto y otro que tenemos en espera de encontrar editorial; no es fácil salir adelante y hacer realidad tus sueños en este mundo tan competitivo como es el de la Literatura infantil y, en nuestro caso, en la especialidad del álbum ilustrado. Eso nos ha obligado ademostrar nuestra capacidad de trabajar en equipo, de compatibilizar nuestros gustos y preferencias  —esos que a veces defendemos a capa y espada por considerarlos inamovibles , con los del otro, para hacer realidad nuestro objetivo común: un producto de calidad indiscutible. No es fácil ,muchas veces, ser capaz de ello y, por eso, la “capacidad de trabajar en equipo”y el “espíritu de equipo” se encuadran y se identifican como "Valores” deseables en las personas. Eso de los que nuestra sociedad está tan carente hoy en día. Los Valores, que no entienden de modas, ni de épocas, ni de momentos. Los Valores en los que nos apoyamos, los que sabemos lo importantes que son, cuando las cosas que emprendemos requieren, por nuestra parte, un gran esfuerzo tanto individual como conjunto. En esto la Literatura Infantil es muy importante: es un referente en la educación en valores de los más pequeños…¿he dicho de los más pequeños?...sí, fundamentalmente sí; pero no sólo son los pequeños los que se dejan embriagar por lo que podemos encontrar en los libros infantiles, en los álbumes ilustrados. También los que no somos tan pequeños nos gusta entrar en sus letras e imágenes y retrotraernos a otros tiempos; recuperar el recuerdo de un mundo que veíamos bueno, equilibrado, amigable y, sobre todo, con el que nos identificábamos y en el que tenían cabida todos nuestros sueños e ilusiones. Nos gusta recordar el significado de todo aquello que emanaba de un cuento, que nos habían regalado por nuestro cumpleaños o en Navidades o en un domingo cualquiera en el que nos poníamos guapos…los que pudieran hacerlo J….Nos apetece y nos agrada rememorar las sensaciones que no acertábamos a describir con certeza, pero que nos hacía sentir bien cuando veíamos cómo terminaba la historia en cuestión: los cuentos siempre terminan bien; lo sabemos y por eso nos gustan y nos sentimos cómodos mientras se los leemos a nuestros pequeños. Era difícil darnos cuenta de que leíamos sobre la Amistad, el Valor, la Lealtad, el Compañerismo, el Honor…Antes no sabíamos ponerle nombre; ahora sí; entonces leíamos y nos gustaba el protagonista, que se nos presentaba de una manera valiente, amable, a veces atractivo...más en su comportamiento honorable que en su físico, que también, la mayoría de las veces; ahora somos capaces de explicar a nuestros pequeños qué virtudes adornan al personaje principal y tratamos de sacar un modelo a seguir por nuestros hijos y familiares con los que compartimos esos momentos de lectura formativa. Esos son los "Valores" que posee todo cuento que se precie y de eso trata la entrada que os traigo aquí esta tarde, que ya amenaza lluvia, en la que me siento acompañado por vosotros, frente a mi pantalla, con mi té y mi vela regalando una luz cálida.
Hoy os quiero mencionar algunos de ellos que se encuentran recogidos en todos mis cuentos y que os muestro en la representación que os traigo. Historias ya ilustradas por mis compañeros con los que trabajo muy a gusto y cuyos nombres y páginas, donde podréis ver su arte, os voy a recordar:

“Viento del Sur”, al que pertenece la imagen que abre esta entrada, ha sido ilustrado por Marta Rivera Ferner, argentina de nacimiento (reservados los derechos de autor) (http://www.ediciona.com/marta_rivera_ferner-dirf-3027.htmhttp://paistodojunto.ultra-book.com/), y las porciones de este bonito cuento que he traído a este blog las podéis disfrutar en las entradas: de 3 de marzo, 23 de agosto, 1 de diciembre y 8 de diciembre de 2012, el 5 de abril y el 14 de septiembre de 2013 y la última el 14 de noviembre de 2015. En el cuento se habla de la transmisión de valores de generación a generación en el seno de la familia: se habla de la familia, de su unión y la importancia que tiene para albergar y transmitir valores: es nuestro referente cuando las cosas nos van mal. Se habla también del Sacrificio y de la Constancia en la vida.



También, en esas noches, Zaila y Ahmed aprovechaban para transmitir a sus hijos las normas de respeto a los mayores, muy unidas a los principios y costumbres por los que se rigen las gentes del desierto. Y, por supuesto, las normas básicas para sobrevivir en tan inhóspito, peligroso y, a la vez, cautivador entorno; con sus arenas formando las altivas dunas;   su viento que castiga la piel de los seres vivos que lo recorren, como si de perdigones se tratase; y, sobre todo, su bóveda estrellada que tantas miradas de esperanza, sueños y proyectos, captura.
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“Ciriaco y el Caracol”, ilustrado por mi compañero, desde Chile, Daslav Mirko Vladilo Goicovic (reservados los derechos de autor) (http://damivago.cl/), fue presentado en las entradas: 17 de febrero, 23 de marzo y 29 de septiembre de 2013, y 5 de abril de 2015. En él quise poner de manifiesto lo que significa el valor de la amistad y el compañerismo, en este caso hablo de una extraña pareja, la protagonista de la historia: formada por Ciriaco, un escarabajo pelotero, que se convierte en el Ángel de la Guarda de Lucio: un caracol con una bonita casa de rayas a su espalda.



–Buenas tardes, Lucio. ¿Cómo estás?  –dijo Ciriaco, mientras hacía un alto en su ajetreado trabajo llevando una pelota de desperdicios, que no siempre olían todo lo bien que sus amigos deseaban; de un lado para otro.
–Bien, muy bien –contestó Lucio, mientras miraba con cara de desagrado semejante bola, que estaba siendo empujada con maestría por su amigo, el escarabajo pelotero.
Ciriaco, que en poco tiempo era capaz de recorrer el solar, solía informar a Lucio de lo que acontecía aquí y allá
Estuvieron charlando durante un rato.………………………………………………

También nos habla de Amistad, “Cosme y la Trucha”, ilustrado por mi compañera, mencionada al principio de esta entrada, Tania Rico Fernández, encantadora asturiana de pequeña estatura y de gran talento (reservados los derechos de autor. https://www.facebook.com/tristaniarico, http://www.tristania.es/,   http://artenuntris.blogspot.com.es/). Este cuento lo habéis podido conocer en las entradas: 17 de julio de 2012, 30 de junio de 2013, 1 de noviembre de 2013, 24 de agosto de 2014 y 2 de junio de 2015.



–Me- me llamo Co-Cosme ¿Y tú?
La trucha, cada vez se movía menos y los ojos suplicaban algo que Cosme no alcanzaba a comprender. Fue tal la mirada tierna de semejante criatura, que hizo que Cosme acariciase con sus manos el puntiagudo morro del animal acuático. La trucha sólo tenía fuerzas para mover un poco la cola.
–Si te-te suelto, se-se- seremos amigos ¿va-vale? –le dijo Cosme.
La trucha parecía que le entendía, y...............................


Por último, por hoy, os quiero recordar el cuento en el que hablo de Constancia, Afán de Superación, Espíritu de Equipo y también Compañerismo. Seguro que los más antiguos del blog habéis adivinado que se trata de “¡Qué empiece el espectáculo!”. Cuento ilustrado por, también entrañable asturiana, Laura Vazval (reservados todos los derechos de autor. http://lauravazval.blogspot.com), quizá sea uno de los cuentos que más han visitado este blog y ha tenido el privilegio, junto con “Viento del Sur” y “Cosme y la Trucha”, de ser presentado a las editoriales en la Feria Internacional del Libro Infantil, en Bolonia (Italia). Algunos párrafos del cuento lo hemos podido disfrutar en las entradas: 9 de junio, 22 de octubre, 16 de diciembre y 26 de enero de 2012, 21 de abril de 2013, 11 de octubre y 27 de diciembre de 2014 y 19 de septiembre de 2015.



Pero si por algo era mundialmente conocido el circo Markus, era por los animales que ponía en escena. Sí, el mago, los equilibristas, los artistas sobre bicicletas de una rueda, los payasos,…todos eran espectaculares; pero los animales que poseían no sólo eran conocidos por lo bien amaestrados que estaban –que lo estaban y mucho–, sino por los cuidados exquisitos que recibían de sus cuidadores. Los leones, los dos elefantes, el dromedario, las cuatro cebras…, los monos –éstos sí que eran graciosos–, cinco monos con una inteligencia prodigiosa……………………………………………………………
Tras varias horas de tensa espera por el informe del veterinario, éste dictaminó: los animales están envenenados...............................


Bueno, amigos, espero que hayáis pasado un buen rato hoy con todo lo que os he traído. Un cálido abrazo a todos vosotros y un afectuoso beso a todas vosotras.
José Ramón.


miércoles, 6 de abril de 2016

PAN CON MIEL



Buenas noches, amigos de este blog que últimamente parece un tablón de anuncios, sin movimientos y sin vida más allá de la información que en su día se pinchó en él. Al menos hoy quiero pasar un rato en vuestra compañía, que tanto echo de menos. No se puede hacer todo lo que queremos en la vida; no se puede atender, como es mi caso, a tantas cosas que me ocupan las 24 hrs del día. ¡Necesito días de 36 horas! Si me encontrase una lámpara, de esas maravillosas, de las que son más bien achatadas y con un largo cuello, de las que por su extremo podría llegar a salir un humo denso y blanco y…lo que sea, genio o no, pero que me permitiese pedir un deseo…y que se cumpla, claro; no como en los chistes en los que era mejor no pedir nada porque la fantasía concedida te ocasionaba más trastornos…y al que lo escuchaba le hacía morirse de risa. No, de esos genios, no; de los serios, sí, de los que si pides algo te lo van a conceder. De esos que saben apreciar el haber sabido frotar la lámpara con decisión y, a la vez, suavidad y, sobre todo, confianza. Bueno, pues si tuviese esa suerte ¿sabéis qué pediría? Pues creo que ya os he dado la pista: que se cambiasen mis días de extensión horaria. Suplicaría por más horas al día para disfrutar de todo lo que me hace feliz más allá de mi trabajo que, aunque me gusta, no es más que trabajo. ¿Os imagináis con días de 36 horas mientras vuestros conocidos y amigos tienen sólo 24 horas? Mira por dónde…que se me está ocurriendo un argumento para un nuevo cuento…
Qué apropiada esta introducción para nuestro blog: “Cuentos y sueños (o ilusiones, que también se podría traducir así)”. Y qué apropiada para la entrada que hoy os traigo, de mi cuento “Pan con miel”. Cuento que os presenté allá por el 2012; concretamente el 1 de abril. ¡Qué lejano queda ya! Es una historia sensible repleta de ilusiones y de fantasía. Un cuento en el que, Irma, la pequeña protagonista de esta historia, se aferra a una leyenda que llegó a sus oídos y que desea con todas sus fuerzas que, lo que en ella se ha transmitido a lo largo de los tiempos, pueda llegar a cumplirse y, así, poder ayudar a su familia. ¿Qué debía hacer? Pues, simplemente, colocar, en el exterior de su ventana, por las noches, unas bolitas de pan con miel para… Eso no os lo puedo desvelar y lo dejo para cuando el cuento esté editado, si la suerte se fija en nosotros (mirad, eso también lo pediría al que saliese de mi lámpara maravillosa, por cierto): en Jezabel y en mí. Jezabel Reigada (todos los derechos reservados), “mi” magnífica ilustradora asturiana, que ya la conocéis por las entradas anteriores del 4 de julio de 2014 y el 28 de febrero de este año 2015, y cuyas páginas son:
http://www.domestika.org/es/jezabel_reigada/portfolio https://www.facebook.com/JZBLRG. Ella es la artista que da vida a Irma y todo lo que la rodea. Jezabel nos mete con su maestría en la fantasía de nuestra historia. Nos hace vivir de cerca la mirada de ensueño, cargada de esperanza, de ilusión desmedida, al ver como la urraca cogía sus bolitas de pan con miel. Este momento es el que os traigo hoy aquí para que lo disfrutéis.
¡Feliz noche a todos! Recibid mi más cálido abrazo con el deseo de poder estar con vosotros de nuevo aquí, en nuestro rincón.
José Ramón.

“Pan con miel” es una historia que irradia sensibilidad, inocencia y, sobre todo, fantasía. En ella se pone de manifiesto el tesón de una pequeña como Irma, y el amor que siente por su familia, cargada de problemas y dificultades para salir adelante.

Cuenta la Leyenda, que en las montañas mora un hombre de edad desconocida y del que se sabe únicamente que............... Cuenta también la Leyenda que una urraca recogerá al amanecer todas y cada una de las bolitas de pan con miel que hayamos depositado, la noche anterior, en el exterior de las ventanas de casa, con la esperanza de que......................
Irma, la protagonista de esta historia, conocía esta Leyenda pero nunca pensó hasta qué punto podría ser cierta.
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Un buen día, recordó la Leyenda del hombre de las montañas y se dijo que seguro que, si colocaba las bolitas de pan con miel en la ventana, la urraca las llevaría y las depositaría en la vasija...
Dicho y hecho. Se puso manos a la obra con cierta desconfianza, pues no creía demasiado que, a su vieja casa perdida, viniese ningún pájaro, por muy urraca que fuese, a recoger ninguna bolita, por muy dulce que supiese. Se prometió que por ella no iba a quedar y que lo intentaría con todas sus fuerzas.




Cogió un poco de pan duro; lo mojó e hizo unas tres bolitas, que no fueron todo lo grandes que hubiese querido, ya que sus manos no lo eran tampoco. Bueno, tendré que hacer más...
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Se le cerraban los ojitos en la espera. 

De pronto, cuando el día empezaba a clarear...