Hola, amigos, ¡buenas días confinados! Espero
que todos os encontréis bien y lejos del COVID 19.
Siguiendo con mi intención de iros mostrando
"trozos" de mis proyectos aún sin encontrar editorial y otros de los
que ya están en las librerías, hoy os quiero alegrar la vista con una bonita
estampa de nuestro proyecto, "Camino del oeste". En este trabajo comparto
ilusiones con Ana María Nale, @anamnalenaif, y su estilo naif maravilloso que me embriaga.
Nadie como ella fue capaz de dar vida Martina, la máquina a vapor protagonista
de esta bonita historia (http://www.anamnale.com.ar/publicaciones.html.
https://www.facebook.com/anamaria.nale,
todos los derechos reservados):
La sensación fue distinta a la que experimentaba
habitualmente. El Sol lo tenía a su espalda iluminando su camino a las
montañas, sin cegarla. La vía era nueva y sus ruedas lo agradecieron pues se
desplazaba por ella con un suave rozamiento que, incluso, le producía cierto
relax. Estaba muy excitada por la nueva aventura que acababa de empezar. No
sabía si llegaría lejos, pero esa libertad de ver al fondo las montañas
majestuosas entre valles verdes, que sabía existían, compensaba su huida a una
vida mejor de ilusión y esperanza. Se reflejaba ese espíritu en cómo su
caldera, con más presión y más alterada que de costumbre, lanzaba su humo
blanco a fundirse con las nubes.
El sonido que ahora parecía mucho más musical,
era recibido con alegría por los pueblos y comarcas por las que fue pasando.
¡Ya llega el tren! Saludémosle con la mano, gritaba la gente a su paso. Martina
contestaba con el más sonoro y afinado pitido de su ronca bocina.
Espero os haya gustado.
Buenas días y, sobre todo ahora, no dejéis de
soñar y de intentar ser felices.
José Ramón.
2 comentarios:
He de reconocer una acertada narracion de un paraje campestre y el desenlace de la aventura por el mismo, felicitaciones al autor y su sana intencion de crear una narracion interesante que puede interesar a quienes somos lectores potenciales de sus obras. exitos
eduardo e jimenez macias
Muchas gracias, Eduardo, por su comentario. Me estimula mucho a seguir contando historias el saber que la considera interesante. Este cuento, al que le cuesta encontrar la editorial adecuada está ilustrado por una gran artista "naif" como es mi compañera Ana María Nale, y tiene mucho que ver en lo atractivo que aparece este proyecto que, cuando esté publicado, le aseguro que hará las delicias no solo de los pequeños sino de sus mayores, también. Un abrazo con mi agradecimiento, nuevamente. Cuídese mucho en esta época que estamos atravesando, allá por el Ecuador ;-)
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