Buenas noches, amigos. Hoy os traigo la
tercera entrega de esta serie en la que agrupo todos mis cuentos para que los
que no los conozcan todos puedan disfrutar de lo que aquí puedo traer. En esta
ocasión os traigo cuatro cuentos que nos hablan de que la vida siempre nos
devuelve cosas buenas si, por nuestra parte, también hemos intentado serlo. La vida al final premia siempre a
las buenas personas…¿y al resto?
Decía alguien muy querido por mí que nadie se va de esta tierra “de rositas”. Es decir, que antes de irnos de aquí pagamos lo que hayamos hecho. La vida es dura, y eso lo sabemos los que ya llevamos unos cuantos años pisando estos caminos. ¡Y gracias a Dios por haberlo podido hacer! La vida no regala nada y esto lo repito en más de una charla que, por mi profesión, debo dar de vez en cuando. La vida no regala nada. Todo cuesta mucho. Todo lo tenemos que trabajar mucho para conseguir nuestros objetivos, ilusiones y anhelos. Con un poco que la suerte se tome un momento para fijarse en nosotros, conseguiremos muchas cosas de las que perseguimos. pero nosotros tenemos que poner mucho de nuestra parte y, sobre todo, nuestro esfuerzo y tesón. Bien es verdad que no siempre lo conseguimos con el grado que habíamos soñado, y también no es menos verdad que, casi siempre, nos quedamos satisfechos del resultado obtenido porque somos conscientes de que todo cuesta mucho. Esto es así y el que diga que exagero es que no lleva suficiente tiempo vagando por estos lares.
Decía alguien muy querido por mí que nadie se va de esta tierra “de rositas”. Es decir, que antes de irnos de aquí pagamos lo que hayamos hecho. La vida es dura, y eso lo sabemos los que ya llevamos unos cuantos años pisando estos caminos. ¡Y gracias a Dios por haberlo podido hacer! La vida no regala nada y esto lo repito en más de una charla que, por mi profesión, debo dar de vez en cuando. La vida no regala nada. Todo cuesta mucho. Todo lo tenemos que trabajar mucho para conseguir nuestros objetivos, ilusiones y anhelos. Con un poco que la suerte se tome un momento para fijarse en nosotros, conseguiremos muchas cosas de las que perseguimos. pero nosotros tenemos que poner mucho de nuestra parte y, sobre todo, nuestro esfuerzo y tesón. Bien es verdad que no siempre lo conseguimos con el grado que habíamos soñado, y también no es menos verdad que, casi siempre, nos quedamos satisfechos del resultado obtenido porque somos conscientes de que todo cuesta mucho. Esto es así y el que diga que exagero es que no lleva suficiente tiempo vagando por estos lares.
A pesar de haber dicho esto, también es
verdad que la vida nos vigila por un agujerito, por una esquina, por una grieta
de una de las paredes que flanquean esta calle larga —para algunos demasiado
corta, por desgracia—, que es ella misma y que debemos recorre. Y, en algún
momento, la vida nos ayuda a mejorar y a variar nuestro sentido de marcha unos
grados. Pero nos tenemos que dar cuenta que ese tren que nos permite variar
nuestro rumbo está pasando…y eso, a veces, no es fácil. La vida a veces nos
quiere premiar y no nos dejamos. De esto van las historias que os traigo hoy.
Estas cuatro historias nos hablan de unas segundas oportunidades y de verle a
la vida una manera distinta de apreciarla y disfrutarla. Espero que os gusten.
El primero de estos cuentos nos permitirá subir a los
cielos. Apartarnos de la tierra mundana y meternos en las nueves. Cuando
salgamos de ellas ya, las cosas, habrán cambiado. Os traigo de nuevo a este blog El
globo de la vida. La sinopsis nos resume todo lo que os acabo de contar:
El globo de la vida es
una historia de fantasía en la que podremos soñar, de la mano de Justino, con
viajar al pasado y tener la oportunidad de cambiar algo de lo que sucedió
entonces y de lo que no estamos demasiado contentos. El medio de viaje: un
globo.
En este relato se ensalza,
fundamentalmente, lo importante que es la familia en la vida de una persona y
el cariño que debe existir entre sus miembros.
Como en el resto de mis cuentos, he querido
trabajar con una gran ilustradora. En este caso, los asiduos del blog, ya la conocéis.
Ella, mi compañera en este proyecto —y en otro en el que estamos trabajando y
ya os adelanto que tendrá mucha música y que espero pronto presentarlo aquí— se llama Ana Forradellas (reservado
todos los derechos), y aquí podéis admirar como da vida a todo lo que le pasa
por su mente de maravillosa artista: https://www.anaforradellas.com/. Aprovecho
una vez más, Ana, para agradecerte tu compromiso con nuestro proyecto que
esperemos pronto encuentre editorial.
El segundo de los cuentos que os traigo hoy
es La segunda oportunidad. El título
lo dice todo. Este cuento, quizá no como el resto, está dedicado a personas sin
edad definida. Quizá no sea un cuento dirigido directamente a los más pequeños
pero desde luego sí que lo es dirigido, indirectamente,
a ellos. Es un cuento que da la posibilidad a los mayores de hacer ver a sus
pequeños lo importante de la honradez y de la constancia en nuestro quehacer
diario. Con estos dos ingredientes la vida, a veces, nos premia. La vida, a
veces, nos da una segunda oportunidad. Alipio, el protagonista de esta
entrañable historia nos habla de ello y de sus esfuerzos para sacar adelante a
su familia.
Esta historia no tiene ilustrador y espero
pronto encontrarlo. Estoy seguro que alguno de los muchos que se pasan por este
blog quiera animarse a compartir trabajo conmigo. De momento, soy yo el que
tengo esta responsabilidad de encontrar las imágenes que vayan a los personajes
de esta historia cargada de sentimientos. Esta es la sinopsis:
¡Venga, inténtalo de nuevo
esta vez…!, no es frecuente que nos diga esto la vida.
Las segundas oportunidades no
siempre pasan de nuevo ante nuestra mirada…Esto quizá lo supiese Alipio, el
protagonista de esta historia; o quizá no…; pero de lo que no cabía duda es de
que trabajaba y trabajaba para que la vida reparase de nuevo en él.
La segunda
oportunidad es un entrañable relato
en el que se resalta la importancia de valores como la amistad, la generosidad,
la honestidad y la fe en que la constancia en el esfuerzo diario da siempre sus
frutos.
La segunda
oportunidad es la constatación de
que la vida nunca regala nada que no se haya buscado con denuedo.
La tercera de las historias que os quiero traer hoy, de nuevo, es la típica historia en la que, a través de una fantasía que a
veces se nos antoja imposible y que finalmente se hace realidad, la vida de
unas personas cambia drásticamente. Esa vida simple y gris que se consume al
mismo ritmo que lo hace una vela: lenta e irremediablemente. Esto lo
comprobaron, Gervasio y Sara, dos amables abuelos.
Sí, esta historia, también
enfocada a un público de edad no definida nos permite todo lo que comentaba en La
segunda oportunidad: poder transmitir a los más pequeños, a través de la
lectura de esta historia, un mensaje, en este caso, sobre lo importante que es la generosidad
y la solidaridad en las relaciones humanas.
Este cuento está ilustrado por mi compañero Daniel Pineda, colombiano de nacimiento y que reside
en España desde hace unos años (todos los derechos
reservados). En su página: https://www.facebook.com/danielpinedailustracion/…podéis comprobar lo que os digo. Daniel, gracias
por haber querido compartir conmigo este proyecto cargado de generosidad y de
fantasía.
Aquí os traigo su
sinopsis:
van Popel, es una sentimental historia, con un final
inesperado, en la que se cuenta cómo la vida gira y gira dando oportunidades a
todos, ya estén vivos o nos hayan dejado hace tiempo…
Gervasio y Sara, dos
entrañables viejecitos, eran así y su vida, que transcurría entre cuadros y el
penetrante y embriagador olor del óleo de colores, les dio también su
oportunidad.
En van Popel encontramos
un mensaje de solidaridad y generosidad en su más alto exponente, que nos lleva
a confirmar que los que menos tienen, al final, son los que más comparten.
Y para terminar esta entrada, que nos ha llevado por mis cuentos
agrupados bajo el título La vida premia, os quiero traer la vida de “Chano”,
mi amigo.
Chano es ciego, pero me atrevo a decir que la vida le ha
premiado haciéndolo el hombre más feliz que se puede encontrar en su pueblo, en
el que las paredes nos ciegan. Él es capaz de apreciar lo que ninguno más de
los mortales, con los ojos sanos, es capaz de hacerlo. “Chano”, mi amigo
es un canto a la superación personal y, sobre todo, a la riqueza interior. Un
cuento dedicado a un público, sin edad parcelada, que atesora en sus páginas,
todavía esperando pasar por la ansiada imprenta, una fortuna sobre todo lo que
a una persona le hace especial: la bondad y el valorar lo que poseemos en
nuestro interior y que siempre pensamos que es peor que lo de los demás. No es
así. Cada persona tenemos una joya, en un lugar que está muy próximo a nuestro
corazón y que no sé indicaros exactamente dónde se localiza…pero sé que está
ahí…os lo aseguro. Está. Tenemos una joya en bruto que con los años, si no la
descuidamos, va brillando y se va cargando de valor. Valor que compartimos,
generosamente, con los que nos rodean y queremos. Para ello es preciso que la
valoremos. Lo que no se valora no se cuida. Chano, estoy seguro de que
esto lo sabía y lo ponía en práctica.
Esta historia maravillosa, cargada de belleza y sensibilidad en
estado puro ha sido ilustrada por mi compañero, Javier Monsalvett Gandía (todos los derechos reservados), y en el
siguiente enlace podéis admirar su arte; os aseguro que os va a encantar: http://monsalvett.blogspot.com.es/
Gracias, Javier, por el privilegio que supone para mí el unir mis
letras a tus imágenes. Ya sé que no entendemos, ninguno de los dos, cómo este
proyecto no ha salido ya a la luz…quizás esté esperando su editorial. Recibe un
fuerte abrazo.
Bueno, pues ya para terminar, amigos, aquí tenéis la sinopsis de “Chano”,
mi amigo:
Esta corta historia nos
acerca un poco a la vida de las personas invidentes y por extensión a todos los
que tienen algún tipo de limitación. “Chano”, mi amigo es una
tierna historia con una moraleja final: “no siempre lo de los demás es mejor
que lo nuestro” Malgastamos la mitad de nuestras vidas anhelando lo que tienen
otros sin valorar lo nuestro y lo que llena nuestro mundo. Esta historia se
desarrolla en un bellísimo pueblo del sur de España y trata sobre la vista de
un ciego; sobre todo aquello que imaginamos puede llegar a ver un invidente…con
los ojos del alma. Recorreremos, guiados por el bastón de Chano,
los lugares más bellos de su entorno que bien conoce. Se trata de una historia
llena de anhelos, de riqueza interior, de superación personal y, por ello, de
una historia que nos puede ayudar en nuestra vida personal…a mí, por lo menos,
lo ha hecho.
Buenas noches, a todos los que habéis querido pasar un rato en mi compañía. Seguid soñando con
todas vuestras fuerzas y no dejéis de ser felices.
José Ramón.
3 comentarios:
Jose Ramon:
No puedo estar más de acuerdo con tu preámbulo de esta presentación. Además, hablo con el conocimiento del que ya tiene una edad que le permite haber contrastado lo que bien dices, y todavía me queda vida (la que Dios quiera) para ver cómo me recompensan y premian mi esfuerzo continuado las conclusiones de otros asuntos pendientes.
Siéntate en tu casa y verás el cadaver de tu enemigo pasar... proverbio chino que tiene más años que tú y yo juntos y que creo concreta lo que dices, pero siempre que uno sea el bueno, si no, no funciona.
Felicidades por tus cuentos y por ser como eres.
Un abrazo.
En mi comentario anterior sobre tu preámbulo me ido a mi “parte vengativa” que, aunque legítima, me ha hecho obviar la más importante, la del premio por el trabajo bien hecho, por el esfuerzo, por ser buena gente. Coincido en que la vida te devuelve más que lo que das, siempre que no lo hagas pensando en recibir y te conformes con lo que llega. En resumen, ser generoso sin mirar con quien y porqué serlo. Para los que se aprovechan de esta forma de ser y vivir, que apliquen lo dicho en mi primer comentario.
Saludos,
Gracias, Santos, amigo.Viniendo estos comentarios de alguien que sabe mucho de la vida y de los trenes que pasan y no vuelven y de las segundas oportunidades, para mí tienen un grandísimo valor. Tus comentarios hacen más profunda la entrada que os traje. ¡¡Muchas gracias y recibe un fuerte abrazo!!
Publicar un comentario