Buenas noches, amigos de este blog que
últimamente parece un tablón de anuncios, sin movimientos y sin vida más allá de
la información que en su día se pinchó en él. Al menos hoy quiero pasar un rato
en vuestra compañía, que tanto echo de menos. No se puede hacer todo lo que
queremos en la vida; no se puede atender, como es mi caso, a tantas cosas que
me ocupan las 24 hrs del día. ¡Necesito días de 36 horas! Si me encontrase una
lámpara, de esas maravillosas, de las que son más bien achatadas y con un largo
cuello, de las que por su extremo podría llegar a salir un humo denso y blanco
y…lo que sea, genio o no, pero que me permitiese pedir un deseo…y que se
cumpla, claro; no como en los chistes en los que era mejor no pedir nada porque
la fantasía concedida te ocasionaba más trastornos…y al que lo escuchaba le hacía morirse de
risa. No, de esos genios, no; de los serios, sí, de los que si pides algo te lo van
a conceder. De esos que saben apreciar el haber sabido frotar la lámpara con decisión y, a la vez,
suavidad y, sobre todo, confianza. Bueno, pues si tuviese esa suerte ¿sabéis
qué pediría? Pues creo que ya os he dado la pista: que se cambiasen mis días de
extensión horaria. Suplicaría por más horas al día para disfrutar de todo lo
que me hace feliz más allá de mi trabajo que, aunque me gusta, no es más que
trabajo. ¿Os imagináis con días de 36 horas mientras vuestros conocidos y
amigos tienen sólo 24 horas? Mira por dónde…que se me está ocurriendo un argumento para un
nuevo cuento…
Qué apropiada esta introducción para nuestro
blog: “Cuentos y sueños (o ilusiones, que también se podría traducir así)”. Y
qué apropiada para la entrada que hoy os traigo, de mi cuento “Pan con miel”.
Cuento que os presenté allá por el 2012; concretamente el 1 de abril. ¡Qué lejano queda ya! Es una historia
sensible repleta de ilusiones y de fantasía. Un cuento en el que, Irma, la
pequeña protagonista de esta historia, se aferra a una leyenda que llegó a sus
oídos y que desea con todas sus fuerzas que, lo que en ella se ha transmitido a lo largo de los tiempos, pueda llegar a cumplirse y, así, poder ayudar a su familia.
¿Qué debía hacer? Pues, simplemente, colocar, en el exterior de su ventana, por
las noches, unas bolitas de pan con miel para… Eso no os lo puedo desvelar y lo
dejo para cuando el cuento esté editado, si la suerte se fija en nosotros (mirad,
eso también lo pediría al que saliese de mi lámpara maravillosa, por cierto):
en Jezabel y en mí. Jezabel Reigada (todos los derechos reservados), “mi”
magnífica ilustradora asturiana, que ya la conocéis por las entradas anteriores
del 4 de julio de 2014 y el 28 de febrero de este año 2015, y cuyas páginas
son:
http://www.domestika.org/es/jezabel_reigada/portfolio https://www.facebook.com/JZBLRG. Ella
es la artista que da vida a Irma y todo lo que la rodea. Jezabel nos mete con
su maestría en la fantasía de nuestra historia. Nos hace vivir de cerca la
mirada de ensueño, cargada de esperanza, de ilusión desmedida, al ver como la
urraca cogía sus bolitas de pan con miel. Este momento es el que os traigo hoy
aquí para que lo disfrutéis.
¡Feliz noche a todos! Recibid mi más cálido
abrazo con el deseo de poder estar con vosotros de nuevo aquí, en nuestro
rincón.
José Ramón.
“Pan
con miel” es una historia que irradia sensibilidad, inocencia y, sobre todo,
fantasía. En ella se pone de manifiesto el tesón de una pequeña como Irma, y el
amor que siente por su familia, cargada de problemas y dificultades para salir
adelante.
Cuenta la Leyenda, que
en las montañas mora un hombre de edad desconocida y del que se sabe únicamente
que............... Cuenta también la Leyenda que una urraca recogerá al
amanecer todas y cada una de las bolitas de pan con miel que hayamos
depositado, la noche anterior, en el exterior de las ventanas de casa, con la
esperanza de que......................
Irma, la protagonista
de esta historia, conocía esta Leyenda pero nunca pensó hasta qué punto podría
ser cierta.
…………………………………………………………………………..
Un buen día, recordó
la Leyenda del hombre de las montañas y se dijo que seguro que, si colocaba las
bolitas de pan con miel en la ventana, la urraca las llevaría y las depositaría
en la vasija...
Dicho y hecho. Se puso
manos a la obra con cierta desconfianza, pues no creía demasiado que, a su
vieja casa perdida, viniese ningún pájaro, por muy urraca que fuese, a recoger
ninguna bolita, por muy dulce que supiese. Se prometió que por ella no iba a
quedar y que lo intentaría con todas sus fuerzas.
Cogió un poco de pan
duro; lo mojó e hizo unas tres bolitas, que no fueron todo lo grandes que
hubiese querido, ya que sus manos no lo eran tampoco. Bueno, tendré que hacer
más...
………………………………………………………….
Se le cerraban los
ojitos en la espera.
De
pronto, cuando el día empezaba a clarear...
4 comentarios:
Buenos dias...
Gracias por esta nueva entrada, la historia preciosa, la niña muy bonita y super decicida, las ilustraciones preciosas.
La solución no es que los dias tengan 36 horas, porque las ocupariamos igual... y seguirían faltando, seguro.
Quizás con organización..., porque como dice la pequeña Irma: "...que por uno no vaya a quedar y que hay que intentarlos con todas las fuerzas".
Hasta pronto.
Gracias, REGM, por tu comentario. Jezabel ha interpretado de manera muy fiel lo que quise transmitir con mis letras y eso hace que el cuento ilustrado esté lleno de sensibilidad e ilusiones. La historia tiene magia y con las ilustraciones gana en belleza un montón.
En cuanto a mi introducción y mis deseos de que una ilusión parecida me ocurriese a mí...¡ójala!...decirte que seguramente las ocuparíamos todas...y entonces pediría 48 horas...hasta que se acabase todo con lo que deseo ocupar mi tiempo...jajajaja...es una ilusión a la que me apunto sin condiciones y ya veré si al final ocupo todas mis horas. Lo que no me queda claro es a lo que te refieres con el párrafo "quizás con organización...": Te aseguro que más organizado que soy hay poca gente...no sé a qué tipo de organización te refieres que pueda influir en esas 36 horas que pido :-) Un abrazo y gracias de nuevo por tu comentario lleno de realismo...que hace que, mi "nube" con la lámpara, se difumine...con las ilusiones que me había hecho...como Irma.
La casualidad ha sido la que ha querido que encontrara este blog. Supongo que me llamó la atención el título "Pan con miel", me recordó las meriendas de la niñez y me trajo a la memoria un montón de sensaciones. Me gusta como escribes. Te seguiré.
Muchas gracias, Beatriz. Me alegro que te encuentres a gusto con lo que lees en este espacio nuestro -tuyo ya lo es también. Aquí encontrarás la puerta para acceder al camino por el que puedes andar, sin prisa, y meterte en el mundo de nuestras ilusiones, de tus ilusiones, a través de mis cuentos y lo que os traigo pensando en todos vosotros. Supone para mí un aliciente la llegada de nuevos amigos y, sobre todo, que quieran compartir con nosotros, con todos, sus pensamientos, las experiencias que les evocan mis cuentos, sus emociones, sueños e ilusiones. ¡Bienvenida, Beatriz! Gracias por seguirme en google+ y gracias por tu comentario que añade un plus a mi cuento "Pan con Miel" Precioso cuento y, como he dicho en alguna ocasión, uno de mis favoritos y que deseo un montón, por ello, que pueda encontrar una editorial adecuada para que pueda ser publicado...no vale cualquiera.
Aprovecho esta contestación para informaros a todos que, sin confirmar del todo el horario definitivo, estaré firmando mi cuento "La nota que faltaba", protagonista de la entrada anterior en este blog, en la Feria del Libro de Madrid (¡todo un honor para mí debutar precisamente en esta Feria, por su importancia y por ser la mi ciudad natal!), en horario de, de momento, 1930hrs a 2100hrs del día 4 de junio (el día es confirmado, así como este horario. Lo que falta por confirmar es si se amplia hasta las 1800hrs). En cuanto sepa el número de la caseta y el horario definitivo os lo haré saber en este blog. Me encantará conoceros personalmente a los que podáis acercaros, independientemente de que compréis el álbum ilustrado me gustará conocer, de vuestra voz, lo que os parece nuestro blog. Hasta entonces, un abrazo a todos y especialmente a nuestra nueva amiga, Beatriz.
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