Buenas noches, amigos de mi
forma de contar historias. Por estas latitudes ha llegado el invierno hace unos
pocos días. Ya sé que muchos de
vosotros ya lleváis más de un mes entre fríos y nieves, disfrutando del calor
de vuestros hogares; de esa leña que no termina de consumirse y en la que
dejáis vuestra mirada perdida. Sois muy afortunados de poder sentir ese calor
desde vuestro sillón o, quizás, sentados en una alfombra ya desgastada por el
pisar de aquellos a los que ya hemos empezado a echar de menos. A mí me ha gustado siempre apoyar mi
espalda en el faldón del sofá y
sentado en el suelo mirar como las llamas acarician los leños que tranquilos y
confiados disfrutan en su regazo, ajenos a lo que se les viene encima. Me gusta
estar así, dejando volar mi mente…ahora, pienso en esos momentos que antaño solía
disfrutar mucho, intensamente, y pienso en que estamos llegando a una de las épocas más entrañables del año; época con un marcado carácter
religioso, al menos para algunos de nosotros que, queramos o no, está asociado a nuestra cultura y nuestra
forma de entender la vida. Yo, desde luego, así lo vivo y así os lo quiero contar y así lo he querido compartir con vosotros,
que sois mis compañeros de viajes por este mundo de la literatura infantil. Estamos
ya casi en período de Navidad. Los niños, aquellos para los que,
principalmente, escribo mis historias, están deseando acabar las clases y tener
ese tiempo de diversión, juegos, alegrías y, sobre todo, ilusiones…aquí, en
nuestro blog, entendemos mucho de esto, ¿verdad?
Perdonadme aquellos a los que la Navidad ya no les diga nada o tan sólo la vean
como un tiempo de motivos puramente crematísticos. Este tiempo que se nos
avecina es un tiempo de frío, sí, pero con la puerta abierta a situaciones
acogedoras; nos invita a estar en familia, disfrutar más que nunca de amigos y
compañeros; nos invita a pensar en lo que dejamos aparcado el año pasado por
esta época y hacemos votos por
ver si este año sí lo podemos
sacar adelante…no hablo de nada especial, pero estoy seguro de que a alguien
que lea mis pensamientos aquí, le recuerda algo que realmente dejó sin terminar en las Navidades pasadas:
no hablo sólo de problemas personales, familiares, de amistades perdidas, de
amores sin consolidar; sino también de ilusiones perdidas y de aquellas que sólo
necesitan un poco de empuje por nuestra parte para que se hagan realidad. De
ilusiones va esta noche, ¡cómo
no!, nuestra entrada. De ilusiones nos habla siempre el circo, ese circo que
dejamos aparcado las Navidades pasadas y que volvemos a poner en marcha éstas, porque ellos, los sacrificados
hombres y mujeres de todos los circos que en esta época se ponen en marcha, son los
mejores portadores de ilusiones. En este tiempo mágico de las fechas navideñas
de nuevo volveremos a ver esas caras de asombro y esos ojos brillantes de
expectación que suelen poner nuestros pequeños bajitos cuando, sentados en las
cálidas gradas de esos espectáculos entrañables que son los Circos, vean
aparecer al maestro de ceremonias que dirá enérgicamente ¡Qué empiece
el espectáculo!; y tras él vean
entrar en la pista preciosos y diligentes animales que harán las delicias de
ellos y…también de nosotros porque, os aseguro que, el niño que fuimos sigue
latente en nuestro interior…por eso nos gusta tanto este mundo de la literatura
infantil y disfrutamos con nuestra compañía en este rincón de este mundo que es
internet.
Pues ya sabéis, los asiduos a
mis historias y las ilustraciones que las acompañan, que este cuento ha sido
maravillosamente ilustrado por mi entrañable compañera Laura Vazval (reservados
todos los derechos de autor. http://lauravazval.blogspot.com).
Laura, gracias. ¡Hace tiempo que
no compartimos nuestros últimos
proyectos! Pásate por nuestro rincón y cuéntanos cómo te va y algo de tus
nuevas ilusiones y trabajos (la Navidad se acerca…) que seguro que nos va a
encantar. Gracias, querida Laura. Un fuerte abrazo desde aquí para Asturias que tanto cariño la
tengo por la buena gente que he conocido.
Otras entradas sobre
este cuento las podéis encontrar en los días: 9 de junio, 22 de octubre , 16 de
diciembre y 26 de enero de 2012 y 21 de abril de este 2013 que ya está tocando a su fin.
Bueno, amigos, se me encoge
el corazón cuando tengo que despedirme de vosotros, como si estuviese en una
estación de tren, de esas que están perdidas en esos pueblos fríos y que hoy se
me antoja que además está cubierta
de niebla helada…hoy me cuesta más que nunca despedirme de todos vosotros…y no
sé el porqué. Un cariñoso saludo
y qué paséis una buena noche en
brazos de Morfeo que seguro os portará a
las gradas del fabuloso Circo Markus. Disfrutad del sueño sentados bajo su gran
carpa bicolor.
Ciao, qué descanséis.
En “¡Qué empiece el espectáculo!” se cuenta cómo un modesto
circo, el Circo Markus, se sobrepuso a una grave situación que se le presentó
durante su temporada de actuaciones en aquella Villa. El Circo protagonista de
esta historia era conocido por sus bien cuidados y amaestrados animales. Ellos
son los protagonistas de este relato…bueno, ellos y sus cuidadores.
¡Qué empiece el espectáculo! es un buen ejemplo de cómo el
Espíritu de Equipo y el Compañerismo, valores que poseían los integrantes del
Circo Markus, son básicos para salir de cualquier situación por complicada que
parezca.
"No cabía un alfiler bajo la gran carpa de franjas rojas y
blancas -como si del forro de un viejo colchón se tratase- del circo que
aquellas fiestas, las Patronales de la Villa, acampó en sus afueras.
Disfrutaban por aquellos lugares de una bonita tarde de
sábado cuando se disponía a dar comienzo la primera representación del
grandioso espectáculo que, el Circo Markus, iba ofreciendo por todo el país. La
expectación era máxima y se notaba reflejada en las miradas de los niños que
abarrotaban las gradas y esperaban impacientes el inicio de la sesión. Todo
eran risas, preguntas sin respuestas, gritos…La espera, entre el comer de
palomitas, el dame un puñado más de pipas, y el estate tranquilo que ya empieza
pronto, se hacía interminable. Los padres no sabían cómo retener a sus hijos
presos de una excitación difícil de disimular.
¡Se apagan las luces!
Un rumor recorre los distintos niveles del graderío........."
Este cuento está
registrado con la solicitud de registro de la propiedad intelectual num V-898-13.
2 comentarios:
Habéis puesto un colorido precioso,el segundo dibujo te quedas mirando las caras de sus personajes, y son autenticas, como cuando nosotros íbamos al circo de pequeños con nuestros padres...Enhorabuena una vez más.
Eso es todo obra de Laura, que ha sido capaz de interpretar perfectamente lo que escribí. Con ella y sus ilustraciones somos capaces de sentarnos también nosotros bajo la carpa y vivir esas ilusiones. Ha sido un honor trabajar con ella. Y a ti, ORB, siempre mis gracias por tus comentarios y un afectuoso saludo navideño.
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